“When once you have tasted flight, you will forever walk the hearth with your eyes turned skyward, for there you have been, and there you will always long to return”

Leonardo Da Vinci

Construir el Amor



Este es uno de los mejores libros que me he leído, bueno aún no me lo he terminado, pero la verdad es que cuando tan solo llevaba leidas un par de páginas, me dije: ¡Qúe bueno!

José Pedro Manglano, filósofo, sacerdote y escritor, es autor de una veintena de títulos que tratan de temas controvertidos y de actualidad. En Construir el amor ofrece una visión diferente de este tema perenne, sin por ello rechazar las líneas clásicas.

La obra está compuesta por ocho capítulos, de los que destacan los dedicados a la manera de sentir y la forma de realizar el amor, así como otro sobre su reconstitución cuando parece perdido o destruido.

Al explicar el papel de los sentimientos en las etapas de la relación amorosa nos habla del emotivo enamoramiento, el pacífico día a día y las difíciles crisis. Como medio y remedio pone el trabajo de la voluntad y de la inteligencia, para lo cual describe las tradicionales modalidades del amor: donación, apreciación y necesidad.
El libro resulta accesible a todos y hará mucho bien a los novios y esposos, sin dejar fuera a quienes tienen la tarea de orientarlos; escrito con claridad y espíritu práctico, pone en alerta sobre algunas de las «enfermedades» del amor.

También la fórmula de sus cinco «A» (Alegría, el Ahora, el Aquí, la Amabilidad y la Aceptación) ayudará a mucha gente. Reseña escrita por Frank Irvyn.

Libroadicto.com


Fue en el año 1999 cuando un grupo de amigos empezamos a construir una página web. Todos estábamos muy ilusionados, se trataba de hacer las criticas de los libros que nos habíamos leído. El nombre de la pagina es muy representativo: "Libroadicto"

El ingrediente especial era que todos teníamos alrededor de 15 años y no nos andábamos con eufemismos a la hora de valorar un libro, nos expresábamos con toda naturalidad y con ello queríamos hacer más cercana a la gente de nuestra edad la lectura.

A modo de ejemplo, los libros tienen categorías graciosas para calificarlos: Pata negra/ De fliparlo/ Bueno/ Por los pelos/ Mandar al Titanic.

La idea nos la propuso un profesional del periodismo, que nos ayudaba mucho y nos daba consejos. Resultó todo un éxito. Nos entrevistaron en la "tele" y nos llamaron de varios periódicos, ¡uno de ellos era de Chile!

Aquél entrenamiento de Rugby


Fue una fría tarde de Enero, los exámenes estaban a la vuelta de la esquina y se respiraba tensión en el ambiente. Como cada miércoles, me encontraba entrenando con el equipo de rugby en el paraninfo de la "complu". Y, fijaos si hacía frío, que el típico barrizal de ese campo estaba congelado; y si a uno le tiraban en un placaje, ya no era necesario nadar.

Ese día yo estaba con la mente en mil sitios, pero no voy a tratar de excusarme... El caso es que el entrenador nos formó en un corro (éramos como 20) y nos explicó que iba a hacer 3 grupos y nos mandó que fuésemos numerándonos sucesivamente: 1,2,3... 1,2,3... 1,2,3... y así cada uno iba con el grupo que le había tocado. Sencillo, ¿no?

Pues bien, la gente se empezó a numerar y yo, no sé porque, me empezé a poner muy nervioso y oía 1..2...3.....1..2..3... y se iba acercando mi turno y de pronto pensé: " tu eres el tipico atontao que va y se equivoca) vamos que me imaginé que en vez de decir el número siguiente, iba a empezar por 1, o me iba a equivocar en el orden, que se yo... y seguía el eco del 1..2...3...1..2... cada vez más y más cerca. Concéntrate me dije ( qué tonto soy, pensé); y de pronto, tres tíos más a mi derecha, oí: 1.... Luego 2... ¡¡el que estaba al lado mío dijo 3!! ¡¡era mi turno!! abrí la boca y exclamé, casi cerrando los ojos... ¡¡Cuatro!!

En ese momento todos me miraron, el entrenador que estaba de espaldas a mí se me acercó con un careto en plan "tevoyapartirlaboca", fue tan increíble que la gente ni siquiera se rió, y yo veía gestos de auténtico esfuerzo del resto por reprimir la carcajada y me sentía más y más pequeñito y deseaba que me tragase la tierra...