He leido hace poco en Actualidad Económica (nº 2.684) un artículo muy interesante. En él se habla del fúturo de España en el contexto de la crisis. Los miembros del consejo asesor de la revista y de expansión se reunen con José Manuel Campa para que este les explique las perspectivas del gobierno.
A nivel mundial: El FMI recomienda que se retiren los estímulos fiscales y más tarde los monetarios. Modificación de la regulación del Consejo de Estabilidad financiera.
A nivel de España: Se habla del corte keynesiano del Plan E y por otro lado está en marcha el plan de inversión local, dotado con 5.000 millones de euros para proyectos infraestructuras.
En el caso español, la vuelta al crecimiento supondrá enfrentarse a dos desafíos: reducir el deficit y recolocar los recursos hasta ahora empleados en la construcción (4% del PIB). Vuelve a salir el famoso tema de la reforma laboral y se resalta el hecho de que el actual sistema de negociación colectiva, relaciones laborales y formación ocupacional es una fuente de rentas para sindicatos y patronal (una de las razones por las que se resisten a los cambios).
Llama la atención la ausencia del tema de la energía nuclear, algo que se sigue mostrando inabordable y la verdad que no se entiende como un asunto tan capital permanece así. Ya hay algunos economistas que han declarado que un programa nuclear es algo que daría miles de puestos de trabajo directo e indirecto (sólo Garoña emplea directamente a más de 1.000 personas) además de rebajar nuestra factura electrica y aumentar la competitividad de nuestras empresas.