Aquél entrenamiento de Rugby


Fue una fría tarde de Enero, los exámenes estaban a la vuelta de la esquina y se respiraba tensión en el ambiente. Como cada miércoles, me encontraba entrenando con el equipo de rugby en el paraninfo de la "complu". Y, fijaos si hacía frío, que el típico barrizal de ese campo estaba congelado; y si a uno le tiraban en un placaje, ya no era necesario nadar.

Ese día yo estaba con la mente en mil sitios, pero no voy a tratar de excusarme... El caso es que el entrenador nos formó en un corro (éramos como 20) y nos explicó que iba a hacer 3 grupos y nos mandó que fuésemos numerándonos sucesivamente: 1,2,3... 1,2,3... 1,2,3... y así cada uno iba con el grupo que le había tocado. Sencillo, ¿no?

Pues bien, la gente se empezó a numerar y yo, no sé porque, me empezé a poner muy nervioso y oía 1..2...3.....1..2..3... y se iba acercando mi turno y de pronto pensé: " tu eres el tipico atontao que va y se equivoca) vamos que me imaginé que en vez de decir el número siguiente, iba a empezar por 1, o me iba a equivocar en el orden, que se yo... y seguía el eco del 1..2...3...1..2... cada vez más y más cerca. Concéntrate me dije ( qué tonto soy, pensé); y de pronto, tres tíos más a mi derecha, oí: 1.... Luego 2... ¡¡el que estaba al lado mío dijo 3!! ¡¡era mi turno!! abrí la boca y exclamé, casi cerrando los ojos... ¡¡Cuatro!!

En ese momento todos me miraron, el entrenador que estaba de espaldas a mí se me acercó con un careto en plan "tevoyapartirlaboca", fue tan increíble que la gente ni siquiera se rió, y yo veía gestos de auténtico esfuerzo del resto por reprimir la carcajada y me sentía más y más pequeñito y deseaba que me tragase la tierra...

1 comentario:

  1. Qué mítico J!

    A ver si consigues cierta continudad en el blog... Suerte y un abrazo desde Seattle!

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