De motivarse va la cosa...

Estas últimas semanas en el trabajo están siendo una especie de travesía por el desierto. A los buenos propósitos del 2012 y a la expectativa de nuevos desafíos se sucedieron días interminables en los que parecía que no había que hacer. ¿Nada qué hacer? ¡Mentira!

En el día a día en la oficina realmente hay un montón de cosas que hacer. Si ciertamente no hay nada que mejorar, repasar o adelantar ha llegado el momento de coger la agenda y programarse un poco de "Self-Studying". Esto es fácil de decir y suena muy bonito pero ¿Cómo hacer para que estos momentos no deriven en perder el tiempo por internet? En este sentido es muy bueno tener una idea previa acerca de en qué materias se quiere profundizar.

En mi caso hay algunas cosas que durante la carrera no me quedaron muy claras y me dejaron ganas de volver sobre ellas. A parte de esto siempre se puede leer acerca del sector en el que uno se mueve. Esta segunda actividad no sólo nos ayudará a convertirnos paulatinamente en gurús de la industria (esto es un poco exagerado, siempre nos va a hacer falta hincar codos) sino que además es muy posible que nos reconcilie con la profesión; como dice mi padre "las cosas gustan más cuanto más se dominan".

Josh Kaufman y su "Personal MBA"

Esta mañana he visto un anuncio de un "executive MBA Online". Me he preguntado qué puede haber de diferente entre pagar una pasta por hacer este tipo de master y seguir la filosofía defendida por Josh Kaufman y su libro "Personal MBA".

Imaginaté llegar por la noche a casa y ponerte a estudiar el temario de el publicitado MBA online. A la vez que lo haces te retuerces por dentro pensando en la pasta que estás pagando (y sus mucho más satisfactorios usos alternativos, a priori el ahorro) para encima estar estudiando en casa. Supongo que para que la gente muerda el anzuelo del MBA en cuestión este se adornará con podcast, webinars y demás historias varias del mundo "dospuntocero"

¿Por qué se recurren a este tipo de cursos? Porque falta fuerza de voluntad para sentarse voluntariamente a estudiar al final del día y para auto-imponerse la presión que nos falta por no tener un examen a la vista. Pero, ¿ Es que hay alguien capaz de adquirir esa formación por si mismo? Sí, el citado autor lo ha hecho y cuenta cómo en el también citado libro. El señor Kaufman defiende a capa y espada el "self-study" y además hace una reflexión curiosa: Si aplicamos el método del VAN a la inversión que supone hacer un MBA (incluyendo en los costes el salario que dejamos de percibir) nos encontraríamos con una inversión del todo ineficiente.


Adiós 2011...Hola 2012

Acaba 2011...vaya añito! Lo mejor, que me caso con una mujer increíble, nunca pensé que tendría tanta suerte! Lo peor, la sensación de que el tiempo pasa inexorable. Se dice mucho eso de que el tren pasa una vez en la vida; a veces pienso que soy una estación de tren en la que todos pasan de largo. Hay oportunidades cada día. Este año he vuelto a casa muchos días en autobús, concretamente el M41; Lo cogía en Potsdamer Platz y me bajaba en Gnausestrasse (o algo así)...Esto ha hecho que al final de cada día haya tenido tiempo para pensar en él, en lo que he hecho bien y mal, en lo que podría haber hecho mejor.

A parte de la oportunidad de cada día también ha habido algunas oportunidades de ámbito más general. La más recordada por mí fué una entrevista en LAN Airlines. Los días previos la emoción corría por mis venas; no me podía creer que iba a tener la oportunidad de trabajar en esta gran aerolínea. Al final todo quedó en agua de borrajas; recuerdo perfectamente el momento en que la chica de RRHH que me entrevistaba dijo las palabras "Técnico de Control" y todo se derrumbaba. En ese momento la entrevista pasó de ser algo vital a una pérdida de tiempo. Tanto es así que cuando me preguntó que por qué me interesaba tanto la industria de las aerolíneas me fuí por la ramas con chorradas de tipo sentimental; "me gustan mucho los aviones" y cosas así (en realidad tenía mi rollo perfectamente preparado; he pensado en esta pregunta muchas veces, parece que en vano).

Un descubrimiento de esta año ha sido la filosofía de Josh Kauffman y su "Personal MBA", ¡todo un mundo por descubrir! Aunque bien es cierto que sigo teniendo de ganas de hacer un EXMBA, ya se irá viendo. Por último, para este 2012 la principal novedad es mi super agenda de papel MOLESKINE, dónde espero apuntar lo que haré cada día y mis gastos; llega el control total! 

Con la excusa de lo de LAN Airlines, dejo una foto por aquí.


Navidad 2011

El viernes 16 de Diciembre llegaba tarde a Madrid procedente de Amsterdam. El mal tiempo nos tuvo en Schiphol una hora esperando. Recuerdo perfectamente el momento en que el 737 de KLM se elevaba, dejando tras de sí no solo el suelo holandés, sino un curso 2011 en el que ya no volvería a viajar. algo menos de 12 meses en los que me he conocido mucho más.

El fin de semana anterior había sido muy nostálgico, lo pasé en Berlin con compañeros del proyecto. Por una extraña razón sentía que ya no volvería a Berlín, así que aproveché la noche del viernes al máximo. Por fin conocí el por qué de el dicho "Berlin is Techno". Visité por primera vez las famosas galerías KaDeWe y el Domingo fuí con un compañero a las National Gallery, muy cerca del edificio de la Filarmónica. 


 La última semana del año la pasé en Utrecht recibiendo un curso de "abap orientado a objetos". Atrás quedaban días y semanas muy intensas de trabajo, de fines de semana apretados en Madrid, domingos por la tarde en la T4 esperando, viajando y yendo en U-Bahn a la soledad del apartamento en Kreuzberg. Cuando mi vuelo llegaba a la T3 de Barajas comenzaron mis Navidades. Unas Navidades de trabajo a distancia (sobre todo de estudio, de abap y de Alemán). Unas navidades muy especiales por ser (si todo va bien) mis últimas novedades como soltero y en las que he estado malo, he sido operado, he visto a los amigos, familia y demás. 

Como siempre, ahora que están acabando tengo la sensación de que podría haber aprovechado más el tiempo, podría haber visto a más gente, etc. Lo que está claro es que la vida, por alguna extraña razón, va cogiendo velocidad. Aún recuerdo perfectamente como el tiempo pasaba lento estando en el colegio, veo mi pupitre con pequeños dibujos a lápiz, recuerdo perfectamente la cajonera resistiendo estar ordenada, días en los que parecía no importar perder el tiempo perdiendo la mirada en el horizonte; un horizonte - el del patio de mi colegio- con forma de cordillera, la de la Sierra madrileña. En aquel tiempo me parecía que la vida acababa ahí, en esas montañas. Momentos que antes resultaban tediosos y ahora son añorados; momentos que de pronto vuelven a la memoria y me recuerdan que hay mucho más allá de las montañas de la Sierra Madrileña.